Tengamos pensamientos felices, tristes, terrorífi cos, alegres o de preocupación, estos siempre llegan en un flujo constante. Pero resulta que son meros pensamientos y ninguno de ellos nos define. ¡La magia de tu mente es que se trata de un espacio donde todo es posible! La verdad es que tú eres más fuerte que tus pensamientos: eres el único que los oye y los ve y, por eso mismo, puedes decidir qué hacer con ellos. Algunas veces necesitas escucharlos, de la misma manera que escuchas a alguien que te dice que no debes besar un cocodrilo. ¡Por favor, haz caso a este tipo de pensamientos! Empero, la mayor parte del tiempo conviene decirse: «Gracias de todos modos, pensamiento. Ya lo sabía».