Los protagonistas de esta historia son dos gusanos solitarios. Joaquín vive a la izquierda de un gran árbol y Marta vive a la derecha del mismo árbol, pero no se conocen. Hasta que un día los dos deciden comerse la misma pera jugosa. Y así, sin quererlo, quedarán unidos para siempre. La obra, bien escrita, cuenta con un texto mínimo para ser leído en voz alta, y unas bonitas ilustraciones de gran calidad, combinadas con collage. Presenta una historia con un bonito fondo de amor y de aprender a compartir. La presentación editorial es muy atractiva para el público al que va dirigido el cuento, fomentando la observación y atención así como el desarrollo de la psicomotricidad fina.