Dos novelas breves que oscilan entre la fantasía y la realidad. En la primera, Rico explora el misterio del destino, las frustraciones que genera la experiencia de las vidas deseadas y no vividas. Tinta es una suerte de relato negro, particular ajuste de cuentas con la afición del autor a las estilográficas. Dos pequeñas joyas literarias que desde sus primeras páginas sitúan al lector entre luces de realidad y brumas oníricas.