*Premio Nacional de Literatura de Perú* «Ya es hora de asumir a Teresa Ruiz Rosas en su verdadera dimensión: tenemos en ella a una escritora excepcional». José Carlos Yrigoyen Noviembre de 1984, Estación Central de Stuttgart. Anne Kahl, secretaria de una famosa clínica psiquiátrica, encabeza una caravana de mujeres que están a punto de abordar distintos trenes que las llevarán a todos los rincones de Alemania. Anne ha asumido la misión de embarcarlas y, en buena cuenta, de liberarlas. Se trata de una operación clandestina, pues ellas son pacientes muy delicadas del doctor Curtius Tauler, que las ha dado de alta tras seguir un tratamiento poco convencional. Para Anne, una artista oculta, la liberación de las mujeres adquiere la estatura de una obra secreta, una performance que difumina los límites entre la razón y la locura. Años después, la escritora Silvia Olazábal rememora los pasos de Anne, su gran amiga. Con una prosa riquísima y una sensibilidad exquisita, Teresa Ruiz Rosas narra las vidas de Anne y Silvia en Europa y el Perú, investiga los vínculos más profundos de la amistad y reflexiona sobre aquellos actos que cambian para siempre un destino, todo ello para componer una deslumbrante novela sobre el delirio del arte: revolucionario y transgresor, hondo y personal, como el valioso libro que el lector tiene entre manos. La crítica ha dicho:
«El gran tema del libro es el arte como fin último de la vida, la novela es una escultura en sí misma». Susanne Noltenius «Un canto a la vida de la narradora mayor de la literatura peruana. Un tributo a la esencia de la mujer, a su libertad de decidir por libre albedrío. Destaca la configuración de los personajes, muy ricos, en que se sustenta toda gran narrativa». Gabriel Ruiz Ortega, Caretas «¿Qué es más soportable, la enfermedad del cuerpo o la del alma? ¿Quiénes son los cuerdos y quiénes los dementes? Teresa Ruiz Rosas siempre da una vuelta de tuerca, y con mirada original se sitúa en un ángulo diferente para atisbar lo que se esconde detrás del letrero, el misterio que se cuela entre las hojas y en las sórdidas historias que van desenredando los personajes. Una narrativa poética y seductora con un manejo sobrio del suspense, y de incandescente humor». María Elena Cornejo, FIL Ricardo Palma «Una escritora excepcional. La abigarrada densidad de la prosa funciona como un puntual artefacto de relojería. Prueba de su maestría es la destreza para edificar una estructura compuesta por un puñado de destinos disímiles en cuya firme conjunción hallamos las claves y revelaciones que le otorgan a Estación Delirio las credenciales de las novelas maduras y contundentes: aquellas que erigen sobre sus cimientos una mirada particular, a la vez generosa e intransferible». José Carlos Irigoyen, El Comercio