La importancia del conejo en España tiene un origen milenario que se remonta a la llegada de los Fenicios a la Península Ibérica. En sus primeros viajes a nuestras tierras, este pueblo semita descubrió un animal, el conejo, que desconocía y, dada su abundancia, los Fenicios decidieron denominar nuestro actual territorio com o Isephanim, que en lengua púnica significaba Tierra de Conejos. Este término fue transformado sucesivamente por los Cartaginenses en Ispania y por los Romanos en Hispania, dando lugar al actual nombre de nuestro país: España. Aunque la presencia del conejo en España sea secular, su cría ha cambiado radicalmente y hoy en día nos encontramos con un sector altamente tecnificado que sigue teniendo relevancia a nivel Europeo y mundial. El conejo es un animal muy sensible a los cambios bruscos de alimentación y a los desequilibrios alimenticios. Así, las enfermedades infecciosas del sistema digestivo representan la principal causa de mortalidad durante el periodo de cebo en conejos. No obstante, si bien la muerte de animales entre 5 y 8 semanas de edad por causa de estos trastornos digestivos