Esta es la historia de Aimé Billion, un hombre que se siente no sólo extranjero en cualquier parte del mundo, sino hasta en su propio cuerpo. Aunque pertenece a la tribu de los Yoruba y su abuelo era un brujo africano, su ascendencia franco-vietnamita hace que los africanos lo consideren como un hombre blanco, mientras que los blancos lo ven como un africano. Tras sus primeros treinta y ocho años de vida en Benin, decide afincarse en la lejana Noruega, donde saben mucho acerca de lo que significa ser extranjero y estar aislado. Es entre esta gente reservada, y a través de su trabajo cuidando ancianos, donde encontrará la felicidad y el camino de regreso a su verdadero hogar.