Analizando la vida en común de los animales Kropotkin probó, desde un punto de vista científico, que la Naturaleza no es amoral y no enseña al hombre el mal; al contrario, la moral es un producto natural de la evolución de la vida social no solamente en el ser humano, sino en casi todos los seres vivos. Las investigaciones de Kropotkin lo convierten en el teórico de la anarquía por el que mejor pasan los años.