El flamenco, constituido en la segunda mitad del siglo XIX como manifestación de la etnicidad andaluza y enriquecido a lo largo de la mayor parte del siguiente siglo hasta convertirse en un abanderado simbólico-ideológico del andalucismo, fue objeto de una serie de fusiones e hibridaciones ya en el siglo romántico, fue objeto de una serie de fusiones e hibridaciones ya en el siglo romántico que, al convertirlo en manifestación artística en manos de profesionales, lo acercó y lo amalgamó con otras formas de música popular, como la zarzuela, el cabaret, la canción andaluza y la copla. El auge del género obedeció, pues, a la intervención profesional de artistas de ambos sexos y de diferentes regiones de España que asumieron la perspectiva de creciente mercado de ocio y la cultura de masas. En este libro, fruto de la labor de investigación y los textos elaborados por Steingress en ente los años 1989 y 2006, el autor apunta que el hecho de atribuir el atributo de "postmoderno" al flamenco actual no carece de sentido. Hoy se puede decir con bastante certeza que el instinto sociológico no engañó al autor. Sus