Muchas familias piensan que la decisión de su hijo de matricularse en la formación profesional (FP) es una especie de fracaso. Tienen la sensación de que allí van a parar los que no valen para otra cosa. En cuanto a los profesores, tampoco se animan a trabajar en este nivel educativo, prefieren quedarse en la enseñanza general.
¡Y, sin embargo, es posible realizarse en la formación profesional! Tenemos que decir no a esta lógica del fracaso insoslayable y romper con las caricaturas, subraya Jean-Marie Petitclerc en la introducción de este conjunto de testimonios valientes.
Desde esta realidad, qué bueno es ver a todo un equipo de profesores, educadores y animadores, que escriban y hablen bien de esta formación tan infravalorada. Para ellos, después de muchos años de experiencia en un «liceo» profesional de Francia, esta educación es una verdadera oportunidad para miles de jóvenes y sus familias. Y si este equipo tiene como base pedagógica la formación integral de la persona siguiendo el Sistema Preventivo que nos dejó Don Bosco, mejor todavía.
Escuchémosles hablar con entusiasmo sobre su profesión. Sí, es posible realizarse, «salvar vidas» en una escuela de formación profesional siguiendo el estilo de Don Bosco.