Frankenstein o El moderno Prometeo (1818) de Mary W. Shelley (1797-1851) es, a diferencia del ?romance científico? de Verne, quizá la primera obra de ciencia-ficción en sentido estricto. El monstruo que roba a la posteridad el nombre de Frankenstein a su creador, ha sido inmortalizado en la pantalla por el inolvidable Boris Karloff. ?La autora parece poseer una imaginación poética de un vigor poco común ?dijo Walter Scott?. En conjunto, esta obra nos da una alta idea del genio original de la novelista y de su feliz poder de expresión.?