Panorama de la novela europea durante el siglo XIX; Jane Austen: el inicio de la tradición intimista; Walter Scott y la novela histórica; Honoré de Balzac: la novela total; Stendhal, la novela de los «happy few»; Dickens: del realismo sentimental al realismo social; Las hermanas Brontë o la emergencia del yo romántico en la novela victoriana inglesa; Gustave Flaubert, o la salvación por el arte; Melville o el renacimiento de la epopeya; Mark Twain: el nacimiento del realismo americano moderno; Dostoievski y la psicología de las profundidades; Tolstói y el retorno de la épica; Émile Zola y la novela naturalista; Galdós y el renacer de la novela en España; Clarín y La Regenta; La narración policíaca: el nacimiento de un género (por Margarita Rigal Aragón); Stevenson y la consagración de la novela de aventuras; Henry James y el descubrimiento del realismo psicológico.
El género novelístico se había beneficiado, a lo largo de todo el siglo XVIII, del auge de la lectura como ejercicio no sólo de formación, sino también como forma de entretenimiento. Pero fue el extraordinario desarrollo de la civilización urbana durante el siglo XIX lo que dio el impulso definitivo al género. Hacia 1830 la novela adquiría cartas de nobleza en el ámbito europeo convirtiéndose en el género por excelencia. En 1881 Zola escribía: "La novela se ha adueñado de todo el espacio, ha absorbido todos los géneros. [...] No se trata solamente de una diversión, de un entretenimiento; es todo lo que se quiera, un poema, un tratado de patología, un tratado de anatomía, un arma política, un ensayo moral". El desarrollo de la instrucción y la progresiva alfabetización de la sociedad en los países más avanzados; la lectura convertida en "fenómeno de masas" entre las mujeres de la burguesía acomodada; el incremento de las tiradas con el aumento de lectores, abaratando el precio de los libros; la publicación por entregas en periódicos de las obras de los grandes novelistas, que permitían acercar la novela hasta los estratos más humildes, son factores que contribuyeron al espectacular triunfo y a la supremacía de la novela durante el siglo XIX, frente a las demás posibilidades de expresión literaria. Pero, sobre todo, la novela se prestaba admirablemente a la representación de la existencia moderna.Este volumen recoge la producción y trayectoria de los grandes maestros: Jane Austen, Dickens, Balzac, Walter Scott, Stendhal, las hermanas Bront«, Flaubert, Melville, Twain, Dostoievski, Tolstói, Zola, Galdós, Clarín, Stevenson, Henry James y la narración policíaca.