AA.VV
La formación del oficial de la Armada ha sido durante siglos un elemento esencial en la evolución y en los acaecimientos que han dibujado la historia de la Armada y es el cimiento sobre el que descansa el presente y futuro de la institución.
La preocupación de España y de la propia Armada, por definir, dotar y mantener un modelo de enseñanza que proveyera de los oficiales más capacitados para navegar y combatir en sus unidades, comenzó con Patiño en 1717, con la fundación de la Real Compañía de Guardiamarinas, en Cádiz.
Desde entonces, la instrucción de los guardiamarinas ha evolucionado y, en múltiples ocasiones, también se ha transformado de la mano de sucesos históricos y políticos y de los cambios en la sociedad española y su entorno. Desde las distintas ubicaciones en tierra y a flote, en que se han situado las predecesoras de la Escuela Naval Militar, y con modelos que van desde el de los años de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, en el que las ciencias tomaron una gran relevancia, hasta los que formaron a Sus Majestades don Juan Carlos y don Felipe en Marín, de una orientación más práctica, el objetivo siempre ha sido la eficacia.