Guisante es un niño muy pequeño; tanto que su vida está condicionada por su tamaño diminuto: utiliza los zapatos de sus muñecos, duerme en una caja de cerillas... Y no puede jugar con una pelota de baloncesto o tocar la flauta, porque son objetos enormes para él. Pero nada impide a Guisante hacer grandes cosas y convertirse un gran artista.