El jazz es improvisación, es swing, es la expresión genuina de la comunidad afroamericana que llegó como esclava procedente de África. Pero el jazz es eso y muchísimo más: un ritmo fascinante, una interpretación irrepetible, la expresión de un lamento o de la alegría más inmensa, una síntesis musical de distintas partes del mundo que no cesa de enriquecerse y enriquecernos.