"Hojas de acanto y rosas", obra ganadora del II Premio de poesía Pablo García Baena, invita al lector a sumergirse en la contemplación de la naturaleza y la condición humana desde una perspectiva que desafía la estética postmoderna. Bravo demuestra una vez más su enorme personalidad literaria en el que vendría a ser el exponente más destacado del nuevo romanticismo. Con una escritura empapada de nostalgia, el autor reflexiona sobre la fugacidad del tiempo y la permanencia de la naturaleza, el diálogo entre la tradición poética y la voz contemporánea y la conexión humana con el sentimiento del amor. Además de todo ello, "Hojas de acanto y rosas" es también una interesante reflexión sobre el acto mismo de escribir poesía. El libro se divide en dos partes: una serie de poemas que exploran las profundidades de la melancolía en paisajes evocadores, y otra que celebra la vida y la belleza perenne que reside en la autoconciencia de la soledad. Escrito con un poderoso culturalismo que conjuga ingeniosamente el oficio poético con un extremo sentido de la belleza y del hedonismo, Bravo ratifica su condición de poeta