El violento conflicto entre protestantes y católicos que dominó Europa a partir de la segunda mitad del siglo XVI sirvió para reactivar el ideal martirial con el que se había fundado la religión cristiana. Pero el análisis del fenómeno martirial en la sociedad hispánica debe hacerse desde una perspectiva imperial, puesto que fue en las fronteras del imperio donde este fenómeno adquirió su mayor significación.