Sin el más mínimo asomo de nostalgia, a pesar de la ruina de las plasmaciones de lo común repartidas a izquierda y derecha que poblaron el siglo XX, el pensamiento de la comunidad, como un fantasma obstinado, inquieta de nuevo a los filósofos y los sacude con fuerza.
En esta línea de pensamiento, Roberto Esposito ha hecho una aportación esencial al desvelar la co-implicación de communitas e immunitas, descubriendo la asociación soterrada del dispositivo inmunitario comoverdadero paradigma de la modernidad en su tentativa de paliar hasta anularlas todas las amenzas implícitas en el impulso comunitario.
Incomunidad es el resultado de una puesta en común de estudios acerca del pensamiento de la comunidad, el de Roberto Esposito en particular, pero inevitablemente el de muchos otros. Y, sobre todo, al incorporar la amenazante negación al objeto de su pensamiento (in-comunidad), no plantea la clausura de su posibilidad, sino al contrario, la reabre en la necesidad de pensar la ardua negatividad que la comunidad lleva consigo.