En los años de la guerra civil y del franquismo las mujeres andaluzas sufrieron la dureza de la represión de un modo peculiar, no sólo como consecuencia de los abusos a que eran sometidas -Queipo de Llano ya había avisado que «dar patadas y berrear» no las iba a salvar de la violación- sino porque se las quería castigar por haber pretendido emanciparse de la función subordinada a que las condenaba su condición; algo que resultaba aun más grave cuando se trataba de mujeres del pueblo, de individuas de dudosa moral. Pura Sánchez ha reconstruido este clima de acoso y estas prácticas represivas a través de los expedientes de los tribunales militares, completados con otros documentos y con testimonios vividos. De su trabajo surge una multitud de historias individuales de humillación y sufrimiento, a la vez que el panorama de una sociedad en que las mujeres habías de acomodarse a la subordinación y la dependencia.