"Inés de Castro tembló en su presencia. Alfonso IV era el rey que había matado a su medio hermano Alfonso Sanches y tío muy querido de Inés. Alfonso era el hombre que le había quitado a toda su familia; el hombre que la había expulsado sin piedad de la corte para mantenerla alejada de su hijo acusándola de ser una espía peligrosa; el hombre que humilló a su Pedro; el hombre que nació bajo la estrella de Algol, como le había advertido en repetidas ocasiones su amada Zulema. Algol, la estrella demoniaca.