Violet de Vílchez se consume por la culpa de haber codiciado lo que no era suyo, por haber seducido al gran Diego Vílchez de Soriano, un oficial del ejército apuesto y valiente, a instancias de su tío. Pero lo había hecho por amor, no solo por ayudar a su familia. Sin embargo, la culpa por haber impedido que Diego fuera feliz junto a la mujer a la que amaba no la deja vivir.
Diego es un hombre de honor, de palabra, un hombre íntegro de la cabeza a los pies, decidido a cumplir con su deber hasta las últimas consecuencias, aunque signifique prescindir del amor.
Lo único que parece unirlos es su hijo, Miguel, un ángel que llena de risas la casa