«La nacionalidad tiene que ver con la tierra, pero no con esa pobre idea de una delimitación territorial, sino con algo más profundo. Tiene que ver con los productos que esa tierra prodiga, con su química y sus efectos en nuestro organismo. Los compuestos biológicos de lo que comemos penetran el ADN de nuestro organismo y lo impregnan de los sabores más íntimos. Se cuelan hasta el último rincón del inconsciente, allí donde anidan los recuerdos y se acurrucan para siempre en la memoria.» Estas palabras de Laura Esquivel resumen a la perfección el contenido de este libro, que no es otro que el anhelo vital de la autora: defender la existencia de esas fronteras interiores de la nacionalidad, su estrecha relación con la gastronomía y su importancia en la creación de lo que ella llama el hombre nuevo. Así pues, esta reunión de textos que relacionan tan íntimamente la gastronomía con el ser se convierte en un pequeño, sencillo y relevante tratado que recoge el pensamiento esencial de la autora de Como agua para
chocolate.
«Uno es lo que come, con quién lo come y cómo lo come.»
LAURA ESQUIVEL