Italia reúne más lugares Patrimonio de la Humanidad que cualquier otro país y la belleza y la elegancia se palpan en los aspectos más diversos de la vida cotidiana, desde las corbatas o el café hasta la sonrisa de los viandantes. También sofisticada y creativa es su gastronomía. Además, ofrece una diversidad natural extraordinaria: desde el hielo alpino y los lagos glaciares del norte hasta los cráteres volcánicos y las grutas turquesas del sur.