"Incluso en el actual estado decrépito y desfigurado, la gran iglesia del Santo Sepulcro es una inspiración para toda la historia de la cristiandad, y se ofrece a la lectura de todos aquellos que se molesten en estudiarla. A lo largo de día, no deja de pasar y volver a pasar todo género de peregrinos y turistas ostentando todas las formas de piedad y de insolencia, pero es sólo de noche cuando el lugar cobra vida de verdad. Todo está ahí, con todos los defectos humanos y triunfos sobrehumanos, y uno advierte claramente, quizá por primera vez, que el cristianismo no echó sus primeras raíces en Roma, en Canterbury, en Ginebra o en Maynooth, sino aquí en Oriente, donde todo está inextricablemente mezclado y nada absorbe."
Evelyn Waugh