El protagonista de esta biografía es san Juan de la Cruz, calificado por santa Teresa de «chico», por lo pequeño que era de cuerpo, y de «grande» a los ojos de Dios.
La obra hace un recorrido por la vida de este gran santo, ofreciendo algunos datos históricos que en su día destacó santa Teresa de Ávila en su biografía sobre él: sus estudios en Salamanca; su decisión de irse a la Cartuja; sus entrevistas con él para renovar la Orden entre los frailes del Carmen; la inauguración del primer conventito en Duruelo; su acción ministerial en Ávila; su encarcelamiento en Toledo, o sus viajes por Andalucía.