Esta es la historia de Juan, la de Ceñoncito Ceñón y la de los sombreros que un día comenzaron a aparecer en la puerta de las casas. Al recibirlas, los padres, sin siquiera preguntar, creerán que cada sombrero debe ser pagado. Pagarán con dinero y con los sueños y juguetes de sus hijos. Hasta que llegará una caja inmensa a casa de Juan y en vez de negros, los sombreros serán de todos los colores...