Esta obra recrea los años de entreguerras, la génesis del odio antisemita que se extendió por los pueblos permitiendo que sucediera el Holocausto. A través de la historia de Katerina, una campesina cristiana que regresa a su pueblo natal de Ucrania y entra como criada en una casa judía, Appelfeld retrata al europeo medio de entonces: inculto, lleno de prejuicios y necesitado de encontrar a un culpable.