Poco antes de morir en las aguas del puerto de Königsberg, el Cardenal Karl Van Steenberghen I, el Fugaz, escribe una carta a su amada Katharina Krügger. Una carta de despedida en la que Van Steenberghen no se contenta con hacer un repaso delos momentos vivdos con Kath: también narra su atribulado e inciático viaje hacia el mítico submarino Steinhof.