Catherine Morland es una joven de diecisiete años que deja su hogar para adentrarse en la ajetreada vida de la alta sociedad de Bath. Es una chica sencilla, ingenua y fantasiosa que lo último que espera es conocer al atractivo Henry Tilney, por quien empieza a sentir un profundo interés. El padre del joven, quien erróneamente cree que Catherine es una rica heredera, la invita a su residencia en la abadía de Northanger, donde influenciada por la lectura de novelas góticas y una gran imaginación, sospecha que se esconden terribles secretos.