La dieta del Dr. Seignalet, también conocida como dieta ancestral, propone unas pautas adecuadas a las
necesidades reales de nuestro organismo. Desaconseja la ingestión de cereales y lácteos e insiste en que la preparación
de los alimentos sea lo más sencilla posible. Con estas premisas, el Dr. Seignalet consiguió la mejoría o curación
total de miles de pacientes que habían sido abandonados por la medicina convencional. Su método sigue sumando adeptos y
sus descubrimientos biomoleculares se siguen teniendo en cuenta para nuevas investigaciones científicas.