Uno de los discípulos más cercanos de Eugenio Trías -el principal filósofo de escritura castellana desde Ortrega y Gasset- retoma el pensamiento fronterizo de su maestro.
Del mismo modo en que la ciencia física está buscando, en los últimos tiempos, una gran teoría global (la «teoría del campo unificado» o «teoría del todo») para conectar entre sí todos los fenómenos físicos conocidos, es legítimo suponer que, quizá, la búsqueda de una piedra filosofal en forma de una teoría unificadora pudiera ser, en el campo de la teoría de la verdad, también posible.
Es esta intuición la que subyace al presente ensayo, en el que el autor inaugura la indagación de las pistas que, en los renglones recónditos de la historia del pensamiento occidental, se pueden encontrar para guiar una aventura en pos de esa teoría unificada de la verdad. Arjomandi propone denominar «alquimia filosofal» a dicha atrevida tarea.