Creada en apenas dos meses durante unas jornadas titánicas de escritura, La Cartuja de Parma presenta a un héroe orgulloso, audaz, inteligente, refinado y seductor. Todas estas cualidades se condensan de forma magistral en el aristocrático Fabricio del Dongo, hijo de marqueses de cuya formación se ocupa su tía Pietranera, más tarde condesa. Pese a su juventud, Fabricio se alista en las tropas de Napoleón y asiste a la derrota de Waterloo, inicia más tarde una carrera eclesiástica y vive un sinfín de aventuras entre las que cabe señalar las conspiraciones políticas y las intrigas amorosas.