La madera como soporte ha sido, después del muro de cobijo de los primeros pobladores, uno de los materiales más utilizados desde la Antigüedad y uno de los de mayor recorrido a lo largo de la historia, llegando hasta nuestros días su uso en la elaboración de objetos artísticos.
Siendo un material de indiscutible nobleza, se encuentra, sin embargo, sujeto a una gran inestabilidad provocada por la influencia de diferentes agentes del entorno. Como soporte de obra de arte que forma parte de un amplísimo legado cultural, está sujeta a las leyes inexorables de la naturaleza: envejecimiento y transformación (desaparición). Así pues, el mecanismo que genera la aceleración del envejecimiento está en las condiciones de vida, es decir, en el ambiente en que se encuentra el objeto artístico.
La conservación preventiva busca adelantarse al deterioro que estos factores puedan causar, estudiando sus características, las del objeto, la interacción entre ambos y teniendo siempre en cuenta la optimización de los recursos disponibles. La adopción de medidas que estén a nuestro alcance para minimizar la incidencia de cualquiera de estos factores puede ser muy importante para la conservación. Excepto en el caso de los grandes museos o instituciones, no es preciso implementar grandes infraestructuras o disponer de enormes presupuestos para lograrlo.
El fin de este libro no es otro que poner a disposición del usuario un material recopilado de diferentes fuentes, que le sirva como punto de partida para un primer análisis de la situación del patrimonio encomendado y para acceder a una información más amplia y detallada en caso necesario. Partiendo de dichas premisas y teniendo en cuenta las enormes posibilidades que brindan los medios actuales para la consulta inmediata, esta publicación puede considerarse una pequeña guía de orientación en este largo camino aún por recorrer.