A los veintinueve años y tras haber compuesto un buen número de obras para los corrales, Pedro Calderón de la Barca logró una comedia de capa y espada modélica: La dama duende, amenísimo juego de amores, dudas, osadías y desplantes, cifrados en la tramposa alacena que preside y engrana una acción dramática magistral en su progresión y que se alimenta sobre todo de la confusión y el engaño. En la presente edición de la BCRAE, Fausta Antonucci ofrece una anotación exhaustiva de la pieza y un estudio minucioso de su recepción e interpretaciones, presididos por un texto depurado hasta el menor detalle, para el que ha considerado todos los testimonios impresos y manuscritos del siglo XVII, que dan cuenta de la enorme fortuna de la obra tanto sobre las tablas como en las prensas. Ese éxito resiste al paso del tiempo y todavía hoy La dama duende es uno de los títulos más conocidos, estudiados y representados de la obra cómica de Calderón.