"La Dragontea" ocupa un lugar de importancia en la carrera literaria de Lope. Con esta epopeya sobre la muerte de Sir Francis Drake y sobre las inmortales gestas de algunos valientes españoles que combatieron los ataques del sanguinario inglés, el poeta madrileño intenta inscribirse en la nómina de poetas prestigiosos de la época. En 1597, Lope era conocido por sus romances y por sus exitosas comedias, pero con el ascenso de Felipe III al trono vio una oportunidad para asentar su carrera literaria. Escogió un género elevado como la épica para incrementar su autoridad poética y acudió a un tema de la historia nacional reciente para situarse ante el nuevo gobierno como un brillante candidato a algún puesto de secretario o incluso de cronista real. El resultado es una obra cuidada y erudita, de limpia dicción poética digna del mejor Lope, que exhibe una compleja y acabada trabazón simbólica en torno a la figura del dragón, enseña del terrible "Draque", y en torno a sus antagonistas cristianos, con una temática llena de acción y aventura.