Bipa no cree en los cuentos de hadas. No le interesa nada más allá de las cuevas donde vive su tribu. En cambio su amigo Aer, el hijo del extranjero, parece que cada vez se aleja más de la realidad y va dejándose absorber por el brillo de la estrella azul... donde dicen que vive la Emperatriz de los Etéreos. ¿Por qué quiere partir si en el exterior sólo hay hielo y al parecer lo único que se encuentra es la muerte? Bipa decide ir tras él para convencerlo de que vuelva. Su amistad puede más que el miedo a todos los peligros que la esperan.