Preámbulo
Prefacio
Introducción, por John Gray
Conferencia I: El ideal socialista
- El proceso de redistribución
- Nuestro tema: el aspecto ético
- La redistribución de la tierra en perspectiva
- La redistribución de la tierra no equivale a la redistribución del ingreso
- Igualación de las propiedades agrarias: hasta dónde es similar y hasta dónde es diferente de la igualación del capital
- El socialismo como la ciudad del amor fraternal
- Cómo eliminar el antagonismo: objetivos socialistas y medios socialistas
- La contradicción interna del socialismo
- La redistribución y el escándalo de la pobreza
- Los conceptos de alivio de la pobreza y de elevación del nivel de vida de la clase trabajadora se fusionan
- Miseria indecente y lujo indecente
- El piso y el techo: armonía intelectual y armonía financiera
- ¿A qué altura situar el techo?
- Un examen de las satisfacciones
- La teoría del rendimiento decreciente
- Otros puntos y aclaraciones
- Discriminación contra las minorías
- El efecto de la redistribución sobre la sociedad
- Cuanto más redistribución, más poder para el Estado
- Valores y satisfacciones
- Las satisfacciones subjetivas ¿son una norma exclusiva?
- La redistribución como resultado final del individualismo utilitarista
Conferencia II: El gasto estatal
- Dos visiones del ingreso
- La tributación no sólo desincentiva
- Otra visión del ingreso
- Royendo el hueso del ingreso
- Conflicto del igualitarismo subjetivo con el socialismo objetivo
- Los gastos funcionales son bien recibidos si se cargan a organismos corporativos
- El tratamiento de los organismos corporativos comparado con el de las familias
- Los gastos de consumo como forma de inversión nacional
- Los gastos deliberados son privilegio del estado
- Un alto grado de imposición a todos los niveles
- El camuflaje de los gastos personales
- La destrucción de los servicios gratuitos
- Comercialización de los valores
- Una redistribución de poder de los individuos al Estado
- La redistribución como incentivo para tolerar el crecimiento del gasto público
- ¿Es la redistribución inherente a la centralización?
- ¿Es la envidia un motivo fundamental?
Apéndice: Las potencialidades de la redistribución pura
Índice analítico
La economía política del siglo XX ha estado sometida a la tensión entre las teorías de la igualdad y las teorías de la eficiencia. Si unas proponen que la riqueza se redistribuya por la acción de los gobiernos, las otras sugieren que la presión fiscal que obtiene recursos de algunos para asignarlos a otros genera importantes desincentivos para el trabajo, el ahorro y la inversión. Suponiendo que la redistribución no introdujera desincentivos para la creación de riqueza, ¿se convertiría entonces en un objetivo deseable, y no habría por tanto ningún argumento en su contra? Estas preguntas de Bertrand de Jouvenel encuentran respuesta en 'La ética de la redistribución'. Al aislar la discusión de la objeción práctica más fuerte y habitual (la "ineficiencia" que introduce en la economía), De Jouvenel crea las condiciones para tratar la cuestión en sus bases éticas mismas. Y sus conclusiones no son alentadoras: según el filósofo francés, el principal efecto de las políticas gubernamentales no radica en obtener ingresos de la población rica para asignarlos a la población más pobre, sino en transferir el poder de la población -y especialmente el de la población más pobre- al Estado: cuando es el Estado el que asigna recursos, los individuos pierden su capacidad de decidir y de planificar sus propias vidas. Ante el hecho de que las burocracias públicas no dejan de crecer a expensas de la sociedad civil, 'La ética de la redistribución' recrea las bases para una discusión que debe ser renovada en nuestro tiempo.