Retomando algunas de las temáticas abordadas en el clásico estudio Arte e ilusión, Gombrich defiende en este ensayo, centrado en la teoría y práctica de la interpretación, la necesidad de controlar los poderes asociativos de la mente atemperándolos con evidencias contextuales. Evidenciando la dimensión constructiva, y no pasiva, del proceso perceptivo, el autor nos invita a realizar un valioso ejercicio de reflexión sobre "el arte de ver". El texto está dividido en dos capítulos, en los cuales el historiador británico da cuenta de su extraordinaria erudición aportando multitud de ejemplos y referencias.
Recordando su colaboración con la BBC durante la II Guerra Mundial en el servicio de escucha de las emisoras alemanas, en la primera parte del libro el autor recurre a la obra del dibujante holandés M.C. Escher y a otras imágenes ajenas al mundo del arte para presentar sus ideas sobre varios aspectos de la psicología de la percepción y discutir algunos de los planteamientos defendidos por otros especialistas como James J. Gibson o Richard Wollheim. En el segundo capítulo se presentan varios casos de atribuciones erróneas y la detectivesca sucesión de teorías en torno a La adoración de los Magos de El Bosco para ilustrar ese fenómeno que Erwin Panofski, haciendo uso de un ingenioso juego de palabras, denominaba la tentación del "boa constructor"; un peligro inherente a toda especulación iconográfica a partir del momento en que se exprimen excesivamente los datos construyendo teorías sobre el significado cada vez más acotadas y rebuscadas. Invitándonos a ser conscientes de la dimensión semiautomática de multitud de procesamientos y apuntando la importancia de una mente bien surtida, Gombrich nos propone rastrear las evidencias presentes en las imágenes, con las que todos convivimos y que de una u otra manera nos esforzamos en comprender.