Esta obra analiza las dinámicas militares, políticas y sociales que se dieron en el suroeste peninsular durante el conflicto bélico de 1808 a 1814. Para ello, se atiende a dos conceptos fundamentales de aquel tiempo: la guerra y la revolución. Dividida en dos partes, la primera estudia las claves de aquellos años en la frontera sur hispano-portuguesa poniendo especial atención a las relaciones desarrolladas entre agentes españoles y portugueses en sus diferentes y complejas dimensiones, lo que ha llevado a la consideración de diversas miradas entrelazadas: por un lado, la pluralidad de experiencias en base a los distintos contextos y circunstancias que se dieron a lo largo de los seis años de conflicto; por otro, la diversidad de vivencias en función del lugar ocupado dentro de un escenario social e institucional en transformación. La segunda parte se adentra en el proceso de cambio en torno a la gestión del poder a escala municipal y comarcal y en sus nuevos espacios de acción y legitimación, lo que ha conducido asimismo a dirigir la atención sobre realidades que se presentaban, desde el punto de vista cronológico y territorial, muy diferentes entre sí, y donde, incluso, se llegaba a redefinir la propia noción de línea fronteriza y de periferia.