Después de tantos siglos, los historiadores que me estudian no se ponen de acuerdo. Algunos te contarán que fui una basílica cristiana que compartieron musulmanes y cristianos. Otros, que el gran emir Abderramán I compró su parte a los cristianos y otros te dirán que los musulmanes se apoderaron de mí.
Me convertí en mezquita aljama de la capital del emirato, Córdoba. Tuve cuatro grandes ampliaciones, sin contar arreglos, reformas y pequeños añadidos. Te las voy a detallar tal y como las acometieron cuatro soberanos.
¿Te animas a visitarme con Ali?