Todo el mundo tiene, como mínimo, un secreto. Y la mayoría de los mortales llegan, con buenas dosis de fortuna, a ser la mitad de lo que querían ser. El autor, en este su primer libro, decide realizar una serie de incursiones por el Bulevar de los Mediavida para compartir u observar situaciones cotidianas, captar conversaciones, espíritus ausentes, pedazos de soledad casi palpables, tangibles. Risas y silencios, resacas y esperanzas. Como afirma Carlos Zanón en su prólogo, los relatos contenidos en La Mitad De Lo Que Quisimos Ser cortan, hieren, hacen sangrar. Penetran en la piel y en el alma como finos estiletes, en un ataque perfectamente organizado cuyas secuelas se manifiestan horas, días más tarde de haber finalizado su lectura.