A través de sus evoluciones y superaciones las páginas más definitivas y definitorias de Franz Werfel (1890-1945) siguen siendo las que componen La muerte del pequeño burgués, de 1926, considerada como una obra maestra, completadas por otros dos breves textos no inferiores: Secreto de un hombre, y Casa de tristeza (Losada, 2011). Ei realismo cruel del primero se hace piadoso en el segundo y satírico en el último: tres lunas de un mismo espejo expresionista. Y la hondura del mundo refractado justifica el calificativo de dostoievskianas con que los críticos han gratificado estas páginas de Werfel. Prólogo de Guillermo de Torre