Germán no parece encontrarse a gusto en su propia piel. Tiene un trabajo aceptable, compañeros que intentan confraternizar con él... pero no parece haber encontrado aún su lugar en el mundo. Beatriz, cuyo matrimonio hace aguas, empatiza con él, y ambos traban una singular amistad cuyo desenlace, a todas luces sorprendente, esconde un canto a la tolerancia y una crítica del machismo todavía imperante en nuestra sociedad. Encarnación García, tras un brillante paso por las lindes de la lírica, se adentra aquí en la prosa para legarnos un texto de aparente simplicidad en su superficie, pero que esconde multitud de capas y recovecos que lo convierten en una novela poco común, de imborrable recuerdo.