Recibida con incomprensión por la crítica conservadora de su tiempo, La muñeca es hoy considerada la obra maestra de las letras polacas modernas. Además de una gran novela de amor y conflictos eróticos parangonable a Madame Bovary, Anna Karenina y La Regenta, aunque con héroe masculino, el inolvidable Stanislaw Wokulski, La muñeca es, ante todo, un espléndido ejemplo de novela realista, una galería panorámica de la vida varsoviana a fines del XIX y un magnífico cuadro comparativo entre el anhelo positivista de progreso y la tentación reaccionaria en una Polonia devorada por la guerra y el catolicismo.