José Antonio Marina propone un proyecto ético en el que refunda el concepto positivo de autoridad. José Antonio Marina aborda un tema central tanto para las familias como para los colegios: la autoridad. Pero ¿qué autoridad? La educación permisiva, ejercida en los últimos tiempos, ha provocado a que los niños no aceptan ni órdenes ni indicaciones. Se ha olvidado que, para ser feliz, hay que saber que se van a ver algunos de tus deseos frustrados y que convivir con eso es condición de la vida humana.La educación autoritaria, caracterizada por el «Es así porque lo digo yo», se ha mostrado ineficaz y negativa. El autor reclama una autoridad responsable. Es mejor obedecer por convicción que por coacción. Eso precisamente capacita a los niños para resolver sus problemas. Este libro es, sobre todo, una brújula, una carta de navegación, con ejemplos y propuestas que nos permiten «hacer mejor» la ineludible tarea de educar. Intentarlo ya nos justifica. «Un lugar para fomentar la inteligencia creadora y colectiva.»
El País