Helena de Rivenloch está empeñada en salvar a su hermana de un destino que considera aún más horrible que la muerte: el matrimonio. Tras fracasar en su intento de asesinar al novio, decide tratar de evitar la boda secuestrando a Colin du Lac, la mano derecha de su futuro cuñado. Así es como Helena descubre que su rehén es un educado caballero, un gran seductor y un enemigo más peligroso que ningún otro al que se haya enfrentado jamás. En seguida el inocente corazón de Helena se siente cautivo de Colin, pero du Lac le pide que se convierta en su esposa y que abandone sus hábitos de guerrera