Durante los preparativos de una fiesta de Halloween, Joyce Reynolds explica a todo el mundo que en una ocasión presenció un asesinato. Nadie cree lo que oye y ella se marcha enfurecida. Tras la cena y los juegos, encuentran a la joven ahogada en un barreño lleno de agua y manzanas. Piden ayuda al detective Poirot para encontrar al culpable.