Revolucionarios decididos y mujeres protagonizando la Historia, prostitutas y violadores travestidos, infantes desfigurados por enfermedades venéreas, sacerdotes en fuga y ministros defenestrados, nobles y tenderos desmembrados por la muchedumbre enardecida. Saqueos, disturbios y fusilamientos masivos. Las cabezas ruedan por los adoquines de París. Y esquivando cada noche los cadáveres, Restif de La Bretonne registra lo que ve, como un "búho o espectador nocturno". En su afán por grabar lo instantáneo, este «Rousseau de alcantarilla» o «Voltaire de las camareras», nos da un acceso vívido a la violencia y las contradicciones de este acontecimiento inspirado en la razón ilustrada.