Ambientada en la imborrable época de la Segunda Guerra Mundial y la postguerra en Yugoslavia, esta obra nos transporta a las calles, los patios interiores, las plazas y los apartamentos de Novi Sad, por donde deambula su traumatizado protagonista, Sergije Rudic. En esta novela Aleksandar Tisma muestra, con su característica ironía e imparcialidad, un paisaje perfectamente humano: anodino y sobrecogedor.