El Liberinto está lleno de trampas y de falsos caminos que parecen verdaderos. Pero es un laberinto fascinante donde, al elegir lo que el lector quiere que haga un rey justo o una princesa que busca marido, el joven dice mucho de sí mismo. Quien lo abra deberá contestar algunas preguntas; dependiendo de sus respuestas su camino será diferente.