Rituales chamánicos, el tamborilero que derrotó a Napoleón en 1808, un alcalde que balbucea ante Franco y espárragos que avistan ovnis: todo tiene cabida en El Bruc, un municipio a los pies de Montserrat. El autor, un forastero apenas aterrizado, se entrega al ritmo biológico de la montaña y la observa y la vive desde sus estratos simbólicos y místicos, históricos y glocales.